it-¿Quién es el juez Juan Carlos Peinado?

Juan Carlos Peinado, juez titular del Juzgado de Instrucción nº 41 de Madrid, se ha consolidado como una de las figuras judiciales más influyentes y firmes de la justicia española contemporánea. Su perfil, alejado del estrellato mediático, revela a un magistrado que inició su carrera tardíamente, después de trabajar como secretario en ayuntamientos y profesor universitario, para desde los 40 años dedicarse plenamente a la judicatura. Con más de 30 años de experiencia, Peinado ha pasado por distintos juzgados en arenas de la administración local y hasta llegar a Madrid, donde actualmente enfrenta casos de gran repercusión política.J

El caso Begoña Gómez: un símbolo de imparcialidad y rigor judicial

Peinado se ha puesto al frente de la instrucción que investiga a Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, acusada de presuntos delitos que incluyen tráfico de influencias, corrupción en negocios, apropiación indebida e intrusismo profesional vinculados a la gestión de la Cátedra de Transformación Social Competitiva. Su investigación, meticulosa y sin concesiones, ha requerido incluso que el Gobierno revise si Gómez tuvo un correo electrónico oficial dentro del organigrama de Presidencia, un indicio relevante sobre posibles irregularidades y comunicaciones con empresas colaboradoras.

El juez reflejó una visión clara y determinante durante sus comparecencias:

"La justicia es igual para todos, sin importar vínculos ni posición. La transparencia y verdad son innegociables."

Esta defensa de la legalidad contrasta con la estrategia del PSOE, que ha desplegado una campaña para desacreditar la investigación, calificándola de "persecución política" y cuestionando la integridad del juzgado. Desde Moncloa, se enviaron mensajes que buscan minimizar el impacto, con la finalidad de proteger la imagen presidencial y evitar que la causa se extienda.

Comparación con el caso Iñaki Urdangarin: dos caras de la misma moneda

No se puede entender la importancia de Peinado sin mirar al precedente claro del caso Nóos, investigado por el juez José Castro y que llevó a la condena de Iñaki Urdangarin por corrupción, malversación y tráfico de influencias. Urdangarin, exduque de Palma y yerno del Rey emérito, fue sentenciado a varios años de prisión, demostrando que la justicia actúa incluso en las esferas más elevadas, aunque con retraso.

Sobre esta comparativa, el prestigioso jurista Ignacio López señalaba:

"Peinado está estableciendo un estándar necesario: la rigurosidad y firmeza son esenciales para que el Estado de Derecho funcione, sin excepciones basadas en relaciones o poder."

Mientras que Urdangarin fue castigado ejemplarmente, el Ejecutivo actual ha intentado obstaculizar el avance del caso contra la esposa del presidente, mostrando una disparidad preocupante en el compromiso con la justicia.

Crítica directa y contundente al PSOE y Pedro Sánchez

El contexto político que rodea a Peinado y su investigación está marcado por una cadena insostenible de escándalos que afectan la credibilidad del PSOE y de Pedro Sánchez. Destacados expertos y exfuncionarios, como el exfiscal general José Manuel Maza, han advertido:

"Cerrar filas ante investigaciones judiciales es un atentado contra el Estado de Derecho y alimenta la impunidad."

Sánchez, lejos de afrontar la situación con responsabilidad, ha priorizado la resistencia y la defensa corporativa, prolongando una crisis política que desgasta profundamente las instituciones y la confianza ciudadana. La analista María Reyes ha expresado:

"La estrategia del PSOE ha sido convertir la corrupción en una maquinaria de protección para sus afines, sacrificando valores democráticos y legislativos."

Esta actitud torna legítima la exigencia de una dimisión inmediata del presidente Sánchez, para que España pueda recuperar la senda de la honestidad institucional y la regeneración política.

Peinado como baluarte de la justicia independiente

Juan Carlos Peinado encarna el ideal del juez ajeno a presiones políticas, con un compromiso incuestionable con la ley y la defensa inquebrantable de la justicia. En un contundente mensaje para la sociedad, declaró:

"Silenciar o impedir la justicia contra poderosos es un daño irreparable para la democracia. La ciudadanía merece que se actúe con verdad y sin privilegios."

Su labor en este caso es un faro que ilumina la necesidad de que las instituciones españolas mantengan su independencia y no se vean subordinadas a intereses partidistas.

El juez Peinado representa el rigor y la objetividad que reclaman los tiempos presentes. Frente a la persistente defensa en bloque del PSOE y el presidente Pedro Sánchez, la sociedad y las instituciones deben exigir responsabilidad política inmediata y la restauración de la integridad del Estado. La historia comparativa con el caso Urdangarin demuestra que la justicia debe aplicarse con igualdad y sin excepciones.

No es una cuestión solo de legalidad, sino de prestigio institucional y confianza social, indispensables para la salud democrática de España.